ELN: ¿se rebosó la copa?

Por AUGUSTO CUBIDES*

El gobierno del presidente Gustavo Petro decidió el pasado viernes 17 de enero suspender nuevamente las negociaciones y diálogos con la guerrilla del ELN.

Expertos en temas de conflicto armado han señalado que ese proceso estaba cogido de un hilo y que “realmente no iba para ninguna parte”. Muchos apuntan a diversos factores tanto internos como externos.

Y no es un secreto que a la comandancia del ELN, por ejemplo, jamás le gustó y no estuvo de acuerdo con la decisión del Gobierno de adelantar diálogos regionales con el frente ‘Comuneros del Sur’, que opera en el departamento de Nariño.

Este proceso, por ciento, va tan avanzado que tanto Gobierno como voceros de la guerrilla y comunidades han establecido hojas de ruta y trabajan conjuntamente en temas relativos, no solo a la incorporación a la vida civil de los combatientes, sino en la implementación de proyectos y programas en el territorio. Tienen claro, como lo ha dicho el Presidente, que la sostenibilidad de la paz va de la mano de la transformación del territorio.

Así como este proceso en Nariño, en otras regiones esos y otros factores han venido desdibujando un proceso del cual los colombianos esperábamos más del ELN.

Es la segunda vez que el Gobierno decide suspender cualquier acercamiento con esta guerrilla, desde noviembre de 2022 cuando se dio inició al primer ciclo de conversaciones con los elenos en Caracas. La primera suspensión se dio hace 4 meses, el 18 de septiembre de 2024, luego del ataque a la base militar de Puerto Jordán, en Arauca, donde murieron dos soldados.

Este gobierno quiso hacer la Paz Total y no deja de ser desconcertante que el que más daño le ha hecho a la paz haya sido el ELN. Y hay que decirlo sin rodeos: Ni la propia acción de la extrema derecha puso tan “en aprietos” al Gobierno.

No faltarán quienes consideren que la decisión del presidente Petro de suspender nuevamente los diálogos haya sido incorrecta y que lo que debió hacer era declarar el rompimiento absoluto.

Este gobierno les tendió la mano a todas las organizaciones ilegales en el marco de la Paz Total para encaminarnos en una nueva era: la de la paz y la justicia social. Sin equivocarnos, podemos decir que este ha sido el Presidente más consecuente con la paz. Vivió la guerra, estuvo inmerso en ella, la padeció, enfrentó a los guerreristas… Hace 34 años se la jugó por la paz y hoy sigue empeñado en ese propósito. Pero lo sucedido la semana pasada en el Catatumbo debe ser rechazado por toda la sociedad colombiana. El ELN debe entender que cada día el rechazo es mayúsculo.

Se acaba el tiempo: la copa se rebosa.

@AugustoCubides

* Periodista. Asesor de Comunicaciones en la Presidencia de la República. Tomado de El País América.

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