Vivir plagados de ideas preconcebidas sobre alguien es inevitable. Ya sea que nos basemos en nuestra experiencia o dentro del contexto sociocultural en que nos movemos, los prejuicios hacen parte de la condición humana y son inevitables. Albert Einstein dijo en una ocasión que era más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
El cine no escapa de este sesgo. Existen actores o actrices que, por el papel interpretado en una película o el género en el que se desenvuelven, son marcados -como Caín- con el estigma de mediocres por críticos y espectadores, sin darles la oportunidad de demostrar lo contrario. Es el caso de Brie Larson. Reconocida por su papel como Capitana Marvel del universo cinematográfico de superhéroes, fue fuertemente criticada por este personaje, quien nunca se ganó el cariño del público, por lo que pasó sin pena ni gloria en cada una de sus apariciones.
Por eso hoy no sólo saldremos en defensa de una actriz que fue víctima de la mala construcción de un personaje y un pésimo guión (Capitana Marvel), sino que nos proponemos desintegrar un prejuicio, de la mano de tres películas donde Brie Larson demuestra su talento actoral.
Como primera cinta tenemos Short Term 12 (2013). La película gira en torno a Grace (Brie), una mujer que trabaja en una casa de acogida para menores problemáticos, donde mantiene su vida en equilibrio hasta que aparece Jayden, una adolescente incapaz de relacionarse y con tendencias suicidas, cuyos conflictos ponen sobre la mesa el pasado de Grace, que ella había pretendido olvidar. Larson se destaca por su actuación sutil, con un personaje que naufraga dentro de sus propias inseguridades, capaz de ser un soporte para los demás pero que no sabe cómo pedir ayuda. Por Prime.
En segundo lugar traemos La habitación (2015). ¿Qué pasaría si todo lo que conocemos en el mundo se redujera a una pequeña habitación con baño y cocina? Jack es un niño de cinco años que nació confinado en un cuarto, jamás ha salido al mundo exterior y todo lo que conoce viene de su madre, una mujer que fue secuestrada y violada sistemáticamente por un desconocido, hasta quedar embarazada. Brie interpreta a esta mujer, quien debe soportar que cada semana su agresor regrese a violarla, prolongando su vida con suministros en aquella habitación. Mientras tanto, su hijo debe ocultarse en un armario. Cinta durísima y con la actuación soberbia de Brie, quien mereció el Oscar por este papel. Por Prime.
Finalmente, El castillo de cristal (2017). Basada en la biografía de Jeannette Walls, cuenta la historia de Jeanette (Larson) en dos líneas temporales: su infancia inestable pero feliz con un padre alcohólico, una madre artista y tres hermanos más, recorriendo el país de un lado a otro, huyendo a las deudas; y su edad adulta, con una Jeanette completamente distinta, una vida acomodada y a punto de casarse con un financista. La película nos plantea un cuestionamiento a las reglas sociales, la crianza alternativa, pero, sobre todo, lo importante de nunca olvidar lo quien verdaderamente somos. Por Prime.
Brie Larson es una actriz con una carrera impresionante, más allá de haber sido una olvidable capitana Marvel, ha encarnado a mujeres complejas y en cada una de sus interpretaciones, nos muestra los matices de personajes llenos de ira, dolor, frustración, compresión o amor, todo ello con las contradicciones humanas, demasiado humanas. Los prejuicios, aunque inevitables, pueden ceder cuando somos capaces de abrirnos al diálogo, a la posibilidad de descubrir si estábamos equivocados o no con nuestra idea preconcebida; pero el primer paso es intentarlo y dar ese paso definitivo de escuchar, de aproximarnos a lo desconocido.